Y yo que iba saliendo del cuarto hacia la cocina paré en seco. Respiré y puse
reversa. Volví al cuarto a esperar que terminara su llamada, con el corazón
roto. Es momento de invitarla a bailar o a jugar. Estrategia de distracción es
lo imperativo.
Cerré los ojos y recordé la sabia cita de aquella vieja colección de Selecciones del Reader's Digest de mi padre. La risa es el remedio infalible. Hay que reír.
No comments:
Post a Comment