Monday, October 21, 2013

No te quejes


No te quejes”. Esa es mi frase favorita. Siempre he sabido de su existencia pero desde hace 11 años la he ido convirtiendo,  poco a poco, en mi mantra.

“Ay que si estoy sin trabajo”. “Ay que todo está tan caro”. “Mi marido me abandonó”. “Mi mujer pelea mucho”. “Mis hijos me tienen loca”. “Las deudas me abruman”. “Me duelen los huesos”. “Tengo alta presión”. “Estoy enfermo”.  “Estoy harto de mi trabajo”. “Tengo demasiado estrés”. “Estoy cansado”. “Que si los chavos no me dan”. “Que me chocaron el carro y no sé quién fue”. “Que perdí a un ser querido”. “Que estoy gordo/flaco/viejo/calvo/soltera/divorciada/casada… etc…”  En fin, son miles las quejas que una escucha a diario donde quiera que me meta. ¡Parecería que en Puerto Rico vivimos en el país de las quejas!

Nos quejamos de la economía, del gobierno, de las tiendas, de todo. Sin embargo, pocas veces nos detenemos a mirar a nuestro alrededor que siempre hay alguien en peor condición que uno.

No, no se trata de ser conformista o mártir. Se trata simplemente de coger aire y darse cuenta de que por más que uno se queje, siempre una tiene cerca a alguien que las está pasando peor. Tanto he aprendido a no quejarme que cuando escucho quejas continuas de alguien, simplemente me callo o me voy del lugar porque no las tolero en mi sistema. En realidad me hacen daño.

Yo he ido aprendiendo a dejar de quejarme sin razón, gracias a mi hija y a su entorno. Lo he ido aprendiendo desde que nació.