Cuentos y narrativas de mi vida como madre, anécdotas de las aventuras de mi hija y los niños especiales que nos rodean, y cosas fascinantes de los chicos. Las niñerías nos hacen pensar en lo esencial.
Mariela en su primera exposición colectiva, galería La Lineal Art
“Estoy tan contenta que ahora
estoy emocionada”, me dijo Mariela. Y yo, ya estaba secándome la lagrimita
porque la emoción ha sido grande. Estamos felices con este logro de Mariela.
Acabamos de llegar de su primera
exposición colectiva en la nueva galería La Lineal. Pienso que Dios no nos
olvida, y en días como hoy, siempre nos recuerda que obra de maneras
misteriosas, pero maravillosas. A él la gloria porque sus milagros se manifiestan
en mi hija.
"¡Mamá! ¿Cuál te gusta más para mis clases?", me preguntó mi hija y me trajo dos libretas. Tiene dos clases este verano, una es historia del arte moderno y la otra es civilización y qué sé yo, que es como ahora le llaman a las de humanidades. Para mí es algo ajeno porque en Rutgers University no tuve que coger esas clases de humanidades que son obligadas en Puerto Rico.
Yo la miraba a ella, mientras seguía elucubrando, y de pronto, veo bien las dos libretas que me trajo. Una era de una sirena y la otra con una versión infantil de Frida Khalo. Las miré, y empecé a reírme.
- "¿Esas libretas, Mariela?", le pregunté.
- "Si, mamá", me contestó.
No aguanté y me eché a reír. Entonces viene y se saca otra, de un perrito disfrazado de gato.
-“Es que hay que ser una chica creativa”, me dijo,
Hoy quiero destacar a un extraordinario ser humano que ha sido uno de los mejores doctores que he conocido en mi vida, el Dr. Roberto Hernández Orsini.
Como hoy es Jueves
Santo, y por petición de mi hija Mariela, les presentamos esta pieza que
ella hizo. Es una escultura que realizó en arcilla sobre una base de madera.
Les comparto esta emoción. Mi hija Mariela Prats Rodríguez acaba de ganar el primer lugar en la competencia de arte de este primer Evento
de la Comunidad Sorda que hace el Municipio de Bayamón.
Fue grande la sorpresa.
Mariela apenas está en su segundo semestre, del primer
año como estudiante de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico,
en San Juan.
Quería
compartirles una buena noticia de mi hija Mariela, a quienes muchos han visto
crecer y desarrollarse desde que venía en mi vientre, hasta llegar a lugares
inimaginables ahora a sus 19 años.
En
los pasados meses, sus abuelos y yo hicimos un ejercicio concienzudo de guardar
silencios, un poco por el proceso de la vida que todos llevamos en medio de la
pandemia, pero también por temores de mi parte que quería ver cómo le iría a
ella en la universidad.
-"Mamá escuché una canción que es como antigua
que se llama "Two by Two by Two" y yo creo que era de cuando tú eras
joven. ¿Qué más tu escuchabas?", me preguntó Mariela. Yo no sabía si agarrarme el pecho del cantazo que
sentí por lo de "joven" o por lo de "antigua".
-"Eso es ochentoso del 1988 y 1989", le
dije, tratando de recuperarme.
Entonces pensé que era mejor explicarle que yo solía
bailar en los espuma parties en el Náutico, en el Casino, en los discoparties
de mi clase, o en Peggy Sue y Neons.
-"Hija mía no era regguetón. El rap era de Vico C
y todavía era underground. Yo era más New wave, de Duran Duran y Culture Club y
el British Invasion. Eran los grupos de Inglaterra", le dije.
-"¿A pero no había de Puerto Rico?", me
preguntó. Respiré, porque sé que ella sabe que soy como el coquí, de aquí.
- "Sí, aquí había unas cuantas bandas como Top
Banana, pero la mía era Words For Two. Me encantaba", le dije.
Y acto seguido, empezamos a bailar lo que para mí hija
es música casi antigua y medieval....
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(Nota al calce: Este espectáculo fue hace un rato. Soy
clase del 87. Si eres ochentoso te pregunto: ¿Qué música bailabas? ¿Eras
rockero o cocolo o ambos?