Saturday, January 11, 2014

“Me duele el brazo”: cuando un hijo tiene dolor

-“Mamá me duele el brazo. Me duele, me duele”, así, y con lágrimas en sus ojos, a gritos, se levantó mi nena esta mañana, mientras caminaba, frotándose el brazo.

Corrí a su lado, le puse crema, le dí el masaje que suelo hacerle en las mañanas cuando se levanta así desde bebé, y le dije que se le pasaría el dolor. Media hora más tarde, todavía decía que le dolía.

-“Es que me duele mamá”, decía ella, al rato. Luego le unté una de esas cremas que le compro a  un artesano, que apesta a eucalipto o a mentol, y que penetra la piel para calentar esos músculos fríos.

Casi siempre es así cuando ella se levanta en las mañanas, luego de una semana de mucha actividad. O si el día antes tuvo que hacer algún esfuerzo fuera de lo normal le duele el brazo, o la mano, o la pierna. Y yo corro con la cremita, el Ben Gay, Icy Hot o el mentol, y la sobo y sobo y sobo hasta que se le pasa. Muchas veces es cuestión de calentarle el músculo para que pueda hacer cosas sencillas como levantarse de la cama, lavarse la boca o peinarse en las mañanas. Otras, como hoy, sigue entumecida por varias horas.