Sunday, January 24, 2016

Sensibilidad para los insensibles

Inés Quiles. (Foto por El Nuevo Día)

 

(NOTA: Estas fueron algunas de las ideas que discutí el miércoles 20 de enero en mi sección semanal de análisis político y de comunicación en el programa “Hoy Mismo” en  la emisora WPAB 550 AM Ponce, que conduce el periodista José Elías Torres).



“La persona más patética del mundo es la que tiene vista pero no visión”.
Helen Keller.


La insensibilidad se combate siendo sensible. Intentaré usar este medio no para atropellar ni insultar, sino para educar y construir.

Como es conocido, la analista político y socióloga Inés Quiles aprovechándose del acceso que tiene a la Radio de este País, se ensaña contra los niños y adultos con condiciones "especiales" (síndrome de A.D.D.; perlesía cerebral, autismo) y otras condiciones similares.

No quiero hacer como Quiles. Por el contrario, quiero intentar educarla para que entienda que una de las cualidades más importante de un padre y/o madre de una persona con necesidades especiales es que AMA, y por ello no solamente es paciente si no que no juzga a terceros. La  insensibilidad se combate siendo sensible.

Grabación de Inés Quiles

https://soundcloud.com/joycemdavila/ines-quiles-maltrata-y-difama-a-la-poblacion-de-educacion-especial-y-sus-padres


La insensibilidad se combate siendo sensible

La insensibilidad es la falta de la capacidad para sentir. Es la incapacidad de sentir ante determinadas circunstancias como el sufrimiento del otro, el peligro o el miedo.  Es el no poder ponerse en los zapatos del otro, en el lugar del otro, porque no importa o porque no se comprende. Es la acción de despreciar o ser indiferente a la situación del otro, sea un dolor, una pérdida, un sufrimiento o una angustia.

Se es insensible a la realidad y el dolor de los pobres, de los adictos, de las mujeres, los indocumentados, los deambulantes, los policías, los maestros, los viejos. En fin, se es inconsciente, indiferente y frío a las realidades de otros. Esta indiferencia y desprecio es bastante común en nuestros días y se exacerba en los medios de comunicación de nuestro país.

Por eso es que en estos días han calado tan fuerte las expresiones que por desgracia hizo una mujer a la que le dan el privilegio y el honor de pararse detrás de un micrófono para hablarle a una audiencia a través de la radio. Inés Quiles dice ser socióloga, madre y comentarista de la emisora Radio Isla. Tiene allí su programa titulado “Si no lo digo reviento”.

Y abusando de ese privilegio, Quiles aprovechó el momento para servir de parapeto al gobierno de turno y a la administración del Departamento de Educación para insultar a una de las poblaciones más vilipendiadas del país: los niños de educación especial y sus padres y madres.

Quiles, en tono burlón y despectivo, cuestionó la cantidad de niños con impedimentos registrados en el programa de Educación Especial, dijo que lso que tienen la condición o diagnóstico de ADD o hiperactividad son niños maltratados por sus padres que prefieren darle un celular o dejarlos indefinidamente en terapias en vez de darlos en adopción y “con eso se resuelve el problema”.

Sus expresiones causaron un revuelo y han pasado más de dos semanas de críticas y repudio, al punto que la gerencia de la emisora pidió perdón.

Quiles hizo esas expresiones en presencia del Secretario de Educación Especial, Carlos Rodríguez Beltrán, quien guardo o silencio en complicidad con el tema. Esto, a su vez, fue altamente censurado por organizaciones como la Alianza de Autismo y por la candidata a la gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño, María de Lourdes Santiago, quien es madre de un menor con varias condiciones y defensora de esta población.

Sunday, January 17, 2016

El ángel de la estrella: un Monino (Dedicado a Gloribel Delgado Esquilín)



Gloribel le regaló a Mariela el Ángel de la Estrella


 “Cada uno de nosotros es un ángel con una sola ala, y sólo podemos volar cuando nos abrazamos”.

Luciano de Crescenzo
                                  
-“Mamá, había una vez un ángel que era especial porque brillaba y se llamaba el Ángel de la Estrella”, sentenció ella, sonriendo y con la voz entrecortada de la emoción esa que le brota por los poros cuando tiene en sus manos algo que le gusta.



-“Es un ángel bien bonito. Es especial porque te guía y te dice lo que tienes que hacer Mamá. Es como un ángel que vuela por el cielo, pero que está aquí conmigo y sus alas son de plumas como pájaros. Como la muchacha de la película de Maléfica que era buena, pero le cortaron las alas y después se le pegaron y volvió a volar…, pero esta es buena. Es mi ángel, y sus alas son plumas verdes. Es como un ángel que me viene a dar aire Mamá. Y por la noche, va a volar cuidándome”, dice sin parar, casi sin respirar.




-“¿Y por qué escogiste ese ángel, hija mía?”, pregunté yo.



-“Porque lo sentí en mi corazón, Mamá. Es como una persona que vino a mi mente y me habló, y mi corazón se puso rapidito, como bailando aquí en el pecho, y entonces yo escogí este porque me dijo que las alas son muy bonitas. Me encantan sus alas. Yo lo quería a este”,  añadió, casi sin dejarme hablar.



-“¿Y por qué lo querías?”, le vuelvo a preguntar.



-“Porque es el ángel que me cuida. Se parece un poquito a la muchacha que me lo regaló. A esa amiga tuya Mamá. Tiene alas, pero esa muchacha tiene una camisa con unas cosas por los lados en los hombros, que en mi mente son como alas, y se parece a ella en la cara. Son como iguales”, me dijo, y yo no pude evitar sonreír.



Sonreír con el conocimiento de que las cosas no llegan por que sí a uno. Todo tiene un propósito en la vida. Igual que cuando se van, pues cuando llegan, vienen con algo. Una lección, un mensaje, un objetivo, una misión. Este ángel que le regaló hoy a mi hija mi amiga la periodista, la cuentista, la magnífica creativa que también es artesana y artista, Gloribel Delgado Esquilín, llegó por algo.

Thursday, January 14, 2016

Princesa





14 de enero de 2016.
 
Relato de Mariela de hace 2 minutos y como me chavó, me provoca compartirlo:
 

- "Hija mía despierta para que no se nos haga tarde para ir a la escuela", le digo.
 

Ella frunce el ceño, me saca la lengua y me dice: - "Hoy no te quiero Mamá, porque no me dejaste dormir hasta las 11 y yo soy la princesa de esta casa".

¡Plop! Morí ....y yo pensé que tiene razón, pero aún las princesas modernas trabajan y tienen que ir a la escuela.