Monday, September 23, 2013

El dulce sabor de la perseverancia


-        “Paola, ¿tú sabes qué? Yo tengo dos Barbies, una que se parece a mí y otra que se parece a ti”, le dice Mariela al teléfono mientras camina por la sala, brazo cruzado sosteniendo al otro que lleva el celular. Gesto como de chica grande. Parece una modelo. Me recordó a una foto que ví de una de esas celebrities de revistas.

Y parece que la Paola le pregunta algo sobre las muñecas o de cuándo se van a encontrar para jugar.

-        “Sí, Paola. Son dos chicas, como nosotras. Tienen tacos y pelo largo y son coquetas. Una es princesa y la otra es estrella de rock que se parece como Katy Perry”.

Me pregunto qué le estará diciendo la Paola porque de pronto cambian el tema y hablan de bailar y de hacerse unas pulseras.

-        “Sí, tengo muchas pulseras” y “¿Tu tienes doce años, verdad Paola? Yo tengo once”, y “tengo una película nueva de Barbie”;…. “¿por qué no vienes a mi casa?;  “me gusta la ropa y los guantes… y el maquillaje”; … “Ok, Paola, te voy a enseñar el baile que me gusta”….

-        “Paola gracias, yo también te quiero a ti mucho. Gracias por ser mi amiga. Yo te quiero”, le dice ella, respondiendo a algo que le dijo su amiga.

Entre pregunta y pregunta se ríe, a carcajadas, y yo acá, aguantando para que no me vea bajar las lágrimitas de emoción.