Hoy fue el primer día de clases del último año escolar,
de mi querida hija Mariela Denise. ¡Llegó por fin a su cuarto año de escuela
superior! ¡Es una “senior”!
¡Qué rápido vuela el tiempo! Siento como si
hace unos días la tenía en brazos y la lactaba como bebé, o tenía que correr
con ella en brazos, pañito en una mano y bulto al hombro, para cambiarle el
pañal en el mismo carro, y después de estar por rato largo buscando un parking
en el Centro Médico, y salir de allí a las millas, para llegar a tiempo al Hospital
del Niño o al centro Explora para que no se perdiera sus terapias. De ahí,
siempre a su escuelita. Esas carreras diarias, mañana y tarde, las veo ahora como
si fuera una película en cámara lenta en mi mente. Algo tan lejano que no
parece real en este momento actual.
Mi niña creció. Se me saltan las lágrimas de
verla tan grande, casi una adulta. Mi hija. Mi amada hija ya es una “senior”. ¿Quién
lo diría? Llegaste hija amada.