Adiós Tesi.
Hoy se fue la conejita Tesi. Es algo raro porque es como decirle adiós a un
amigo. Después de todo, era parte de nuestra unidad familiar. Tesi fue la
segunda mascota de Mariela, después de Azul, el primer pez beta que le
regalé cuando ella tenía 4 años. Azul fue aqu pececito que cuando apareció
flotando, Mariela dijo que se iría "al cielo de los peces". Pues resulta
que Mariela siempre quiso tener mascotas. Es “animal lover” como su tío Pipo. Lo
que ella quería era un perro, pero no aparecía ninguno, hasta que el papá de Pepo García le regaló a Tesi. Eso fue en el año
2008. Estamos en el 2017. Desde entonces
Tesi ha estado con nosotras. Nueve largos y hermosos años.
Dormía en el family room. En los días libres, y
por las tardes, salía de su jaulita a jugar libremente por toda la casa. Estaba entrenada. Mariela le ponía vestidos y
yo intentaba ponerle correítas y le compraba carteras para cargarla. También la
llevaba a su peluquera (groomer), Lily Muñiz Aulet , que la bañaba, le secaba el pelo con blower y le cortaba las uñas.
Era feliz en su vida de coneja con nosotras sus
amas, hasta que por error, durante un viaje, se la dejé a mi hermano Pipo Luis F. para que me la cuidara, pero él la traumatizó.
La pintó de rosa, y le hizo un peinado punk violeta para que combinara con los
ojos. La puso a posar junto a fotos de la película Scarface, con pistolas,
pastillas, latas de cervezas, botellas de ron y le llenó la jaula de personajes
como gárgolas, pandas de peluches y lagartijos. Para colmo, le abrió una página
en Facebook en la que documentó esa fotonovela. La coneja jamás fue la misma.
Mariela y yo tuvimos que estar varios meses
cargándola y cuidándola para que dejara de temblar, pero Tesi cambió por
siempre. Empezó a temerle a cualquier varón que se acercara.
Enconces llegó Pookie, el perro con issues de
identidad de género, situación que atendimos rápidamente. Pookie, como todo
poodle bebé, intentó jugar, pero la coneja era territorial y lo mordió. Desde
entonces él le cogió miedo.
Son miles las anécdotas que tengo de las
mascotas que han acompañado a mi hija en tantos días de soledad y en tantos
retos que hemos tenido en la vida, por eso hoy la despedida a Tesi me hace
sentir rara.
Mariela se acercó a la jaula que era casi un
apartamento de lujo que me cubría todo un lado de la marquesina, y le dijo en
voz baja "Tesi, eres buena y linda. I love you", y le hizo la seña de
amor con su mano derecha, mientras que con la izquierda, decía adiós.
Todo está bien.
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