-”!Mamá, Santa Claus no me trajo lo que yo quería! Me
trajo nueve cajas con ropita de chicas con abrigos calientitos de color azul y
rosa, una pijama, y cinco peluches de Doc y al muñequita de Sophia The First.
Yo quería la película de Peter Par de personas, la muñeca de Coraline y el
polvo de hadas de Tinkerbell para poder volar, pero no me la trajo”, me levantó
con esta.
-“Hija, pero son muchas cositas. ¿No te gustan? Sabes
que hay que estar agradecida”, le digo.
-“¿Sabes Mamá lo que eso significa?”, me pregunta.
-“Que Santa Claus te trajo mucha ropita y otros
juguetes”, empiezo a responder, pero ella me interrumpe.
-“Eso significa que estoy creciendo y que Santa Claus
ya no se cree que yo soy una niña pero sí una chicha”, me dice.
Inmediatamente coge su Iphone azul, ese que le regalé
hace como un año, y llama a su padre en Texas para hacerle el cuento. La escucho
decir algo y tengo que mirarla.
-“¿En serio Papá? ¡Qué bueno!”, dice ella. “Mamá,
mamá, Santa Claus me trajo en casa de mi papá en Texas la película de Peter Pan
de personas no de muñequitos, la muñeca de Coraline, la película de Barbie y la
puerta secreta, polvos de hadas y ya…. Mi papá me dice que mis regalos están en
el correo”, me dice ella, y sigue sin parar: “Mamá, Santa Claus me trajo lo que
yo quería allá porque se creía que todavía soy una niña, pero acá en Puerto
Rico me trajo (cosas) de chica. ¡Qué bueno!”.
Y yo pensé, ‘bueno por lo menos una vez. Será hoy el
héroe”. Y le respondí: “Demos gracias a Dios”.
-“Pero Mamá, estoy contenta. Me trajo muchas cositas
como la muñeca de peluche de Friolín y la de Hailey, y a Lamby. Estoy feliz en
la Navidad”, dijo.
-“Esto es lo que importa mi hija. Feliz Navidad”, dije
yo.
-“Feliz Navidad Mamá. Te quiero”, dijo.
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