Aprendiendo juntas

ADN

Ácido desoxirribonucleico.  Eso que es el ADN y que no estudiaba desde que estaba en intermedia en el Colegio San Vicente con Mr. Barbosa, me salió hoy a la hora de estudiar con la nena. Hacía tiempo que no recordaba el tema, y no sólo recordé algunas cosas, sino que también aprendí sobre los procesos para separar esos núcleos en los temas de genética.

Es que todos los días aprendo algo con mi hija. Aprendo a dividir correctamente las sílabas en español, a que “noi cantiamos insieme” en italiano se supone que sea “nosotras cantamos juntas” y a que cuando se tira una flecha, la cuerda del arco se coge con los dedos índice, corazón y anular. Todos los días mi reto es aprender a ser más lenta y a tener paciencia. La paciencia, sumada a una buena dosis de perseverancia y actitud positiva,  creo que son algunas de las cosas que me han permitido desarrollarme como madre y de paso, ayudar a mi nena en este proceso que es aprender.

A veces muchas mamás con las que hablo en las citas de terapias y de doctores que me ven con la nena me preguntan qué hago, cómo dividimos el tiempo entre clases, terapias, médicos y música, y sinceramente no sé cómo. Total, no soy la primera ni seré la última madre que tiene muchos eventos a diario con sus hijos.

Siempre que me preguntas, por eso contesto que organizándose bien, y no detenerse a pensarlo mucho porque de lo contrario, no se hace nada. Y hay muchos días en que es súper fácil y la pasamos bien, pero hay otros en las que me dan ganas de salir corriendo. Esos son los días duros y difíciles en los que no logro ayudarla a que capte o yo estoy cansada y se me dificulta trabajar con ella.

Los peores días son cuando ella está enferma o se siente mal. Hoy fue uno de esos días. Son los días en los que me pongo bien nerviosa – que suelen ser muchos – y estoy en estrés porque ella no estaba bien. Hoy amaneció con mareos, así que la mañana fue un poco más cuesta arriba de lo usual. Eso, sumado a que ella es dormilona en las mañanas y yo, súper hiperactiva a esa hora, es un reto diario entre ambas. Pero cuando a la lentitud mañanera se une algo adicional en ella, me asusto. Afortunadamente, con el paso pasar del día, todo cayó en su justo lugar, peor no me arriesgué a llevarla a sus clases de música porque quería que descansara.

En la tarde, cuando regresamos a la casa un poco cansadas las dos, era momento de revisar las tareas que hizo en su escuela y lo que quedó pendiente. Ahí me enteré del examen de ciencias del jueves. Así que a estudiar. Pero… ¿cómo estudiar cuando estamos locas por ver muñequitos en la televisión? Pues jugando. Así que, como siempre hago, me invento una canción o un juego para que se aprenda los conceptos difíciles de pronunciar.  Esa fue mi solución de hoy con el ácido desoxirribonucleico que presento en el siguiente vídeo. Espero que le funcione a otras madres. Y también espero que me den sus ideas con ella. Aquí va: